¿Trastorno Alimentario o Alimentación Trastornada?

Para las personas, la comida no solamente tiene el rol de garantizar la supervivencia: comemos por placer, comemos para premiarnos, comemos para aliviarnos en un momento complejo, comemos para compartir con otros, comemos para celebrar. Es tan fuerte su rol en nuestra vida que existen muchísimos dichos sobre comida (“se conquista por la boca”, “guatita llena, corazón contento”), programas estelares sobre cocina, turismo gastronómico.  ¿Pero qué pasa cuando la comida deja de ser esa aliada que nos mantiene vivos y disfrutando, y se transforma en el enemigo? Corremos el riesgo de vivir con un trastorno alimentario.

Existen diversos tipos de trastornos de la alimentación, los que deben ser diagnosticados siempre por un especialista y abordados de manera multidisciplinaria. Tienen diversas causas: genéticas, historia de vida, personalidad, contexto social. No son moda ni capricho: la persona que vive con un trastorno alimentario sufre, aunque a veces no lo parezca. Por eso, ellos y su familia deben ser apoyados, como ante cualquier otra dificultad de salud mental.

¿Qué caracteriza un trastorno alimentario? Lo principal es un cambio tanto en nuestras conductas como en nuestros pensamientos, percepciones y emociones relacionados con el cuerpo y con el acto de comer. Dependiendo del diagnóstico, puede haber periodos en que se reduce drásticamente la ingesta de alimento, periodos de descontrol al comer (atracones) o comer en exceso, intentar deshacernos de lo que se come mediante ejercicio excesivo u otros métodos (como vómitos). También aparece una distorsión de la percepción de nuestro cuerpo: todos nos ven de una forma, pero nosotros nos vemos totalmente distintos. Esa auto percepción puede cambiar dentro de la misma semana, o incluso del mismo día. Además, aparecen obsesiones en torno al cuerpo y a la comida, asociados a sentimientos desagradables como culpa, tristeza, vergüenza, rabia, angustia. Los trastornos alimentarios son altamente peligrosos, ya que dañan nuestra salud física y mental. Existen diversos riesgos, desde sentirnos deprimidos hasta pensar en morir o generar daño en órganos fundamentales, como por ejemplo el corazón.

Los trastornos alimentarios son diagnósticos graves y complejos que requieren de tratamiento para sanar. Si crees que tú o algún ser querido puede estar viviendo uno, consulta un profesional. Con dedicación, apoyo y cariño, puedes tener la vida que mereces.