Los 5 problemas sexuales más comunes en las parejas.

Para la vida en pareja, la sexualidad se presenta como un área importante a cultivar y mantener; no obstante, hay que tener en cuenta que ésta no va a permanecer siempre igual y que los obstáculos, de una u otra forma, pueden llegar a aparecer.

Algunos de estos obstáculos suelen tener que ver con la impotencia sexual masculina, en la que la eyaculación precoz o la disfunción eréctil son las causas más comunes de consulta médica o psicológica. Estas dificultades suelen surgir tanto a partir de factores biológicos, como el consumo en exceso de alcohol o drogas, o la presencia de algún tipo de infección urinaria; como también de factores psicológicos, como el estrés, la ansiedad o preocupaciones y expectativas al momento del coito.

Por otro lado, también se suele presentar en algunas parejas una falta de deseo sexual asociada muchas veces a una rutina ya establecida, lo que produciría que la libido tanto de los hombres como de las mujeres disminuya al momento de querer iniciar una práctica sexual. Todo esto debido a una expectativa poco estimulante del acto mismo, provocando que uno o los dos miembros de la pareja opten por evitar realizar o incluso imaginarse en conductas sexuales con el otro.

De la misma forma, se puede presentar una idealización de la pasión, la cual estaría relacionada a una romantización excesiva de la relación sexual, planteando expectativas imposibles de realizar por la pareja, lo que llevaría a buscar un sexo pasional, espontáneo y salvaje constantemente, considerando esto como un estándar mínimo para disfrutar de una relación sexual. Lo que, especialmente luego de unos cuantos años en pareja, no suele ocurrir siempre así.

Por último, se hace relevante mencionar que cada una de estas problemáticas se pueden ver asociadas con la anorgasmia o dificultad para llegar al orgasmo teniendo relaciones sexuales, aumentando la frustración de la pareja y contribuyendo a un ciclo vicioso del que pareciera difícil salir.

No obstante a esto, mediante educación sexual, comunicación sincera con la pareja y un autodescubrimiento de qué te da placer y cómo te gustaría compartirlo, es posible sobrellevar estas dificultades y lograr que el sexo con tu pareja vuelva a ser igual o incluso más satisfactorio que antes.