El psicoanálisis es una de las seis principales escuelas de psicología, cada una de las cuales se enfrenta a una visión del ser humano y su complejidad psíquica desde una perspectiva particular. Desde ésta corriente se pone especial énfasis en la biografía de la persona, considerando que nuestra propia historia guarda dentro de sí, no sólo los conflictos sino que también las respuestas a los problemas que nos aquejan.
Se considera que hay un flujo de pulsiones que están en constante tensión, entre el deseo y represión del mismo, que ocurren en un nivel al cual no podemos acceder la mayoría del tiempo, vale decir cuando somos conscientes de lo que nos pasa, mientras que en paralelo hay funciones del lenguaje o acciones que operan a nivel inconsciente. Precisamente, éste es el foco de trabajo al que apunta la terapia desde una escucha neutra y la asociación libre, propiciando la llamada “cura a través del habla” mediante por ejemplo, la interpretación de los sueños o de los lapsus linguae, entre otros.
La técnica psicoanalítica clásica, plantea el trabajo desde el diván y termina por ser la forma más conocida de ilustrar si no estamos familiarizados con la terapia, no obstante la mirada que ofrece el psicoanálisis plantea un desafío mucho mayor que va mucho más allá del uso de ésta técnica en particular. La entrevista “cara a cara” no altera la posibilidad de hacer un levantamiento del sujeto desde esta perspectiva. Las intervenciones que se realizan, a diferencia de otras técnicas terminan siendo mucho menos directivas favoreciendo la reflexión y finalmente favoreciendo la responsabilidad del Sujeto sobre sí mismo, por lo mismo funciona de muy buena manera para personas que no solamente carguen con problemas focalizados sino que opera como una poderosa herramienta de autoconocimiento.