La terapia familiar puede ser una herramienta valiosa para ayudar a superar diversas problemáticas que afectan a las familias o también para potenciar y fortalecer los lazos familiares. Pero, ¿cuándo es el momento adecuado para buscar ayuda y asistir a terapia familiar?.
Es importante buscar ayuda profesional cuando se presentan situaciones en las que la dinámica familiar está generando tensiones y conflictos entre sus miembros que no permiten o dañan su desarrollo familiar e individual. Si la comunicación en la familia se ha deteriorado, las conversaciones terminan en discusiones, malentendidos y conflictos constantes que no se pueden resolver podría ser un buen momento para buscar apoyo profesional.
Por otro lado, las diferentes transiciones familiares también pueden ser momentos en los que la terapia familiar resulte de gran ayuda. La llegada de un nuevo hijo, la separación o el divorcio de los padres, la aparición de enfermedades o la muerte de un ser querido son eventos estresantes para toda la familia y es normal que puedan surgir problemas y tensiones en esos momentos y que se necesite una guía y/u orientación para lograr integrar dichos eventos en la historia familiar de manera más adaptativa para todos sus miembros.
La terapia familiar es una buena alternativa cuando las familias enfrentan situaciones que pueden afectar su bienestar emocional y su estabilidad, es una forma de cuidar y dedicarle atención a nuestro entorno más íntimo. La terapia ayuda a que el grupo familiar trabaje en conjunto para encontrar soluciones y nuevas miradas a los problemas que pueden estar causando tensión y conflicto en las relaciones entre sus miembros.
A través de la terapia se pueden fortalecer las relaciones familiares y mejoran la calidad de vida de todos sus integrantes. Además, la terapia familiar también puede prevenir problemas futuros si se abordan temprano y de manera efectiva.
