¿Mindful-qué? Mindfulness.
Muy probablemente has escuchado esta palabra, pero quizás aún no comprendes bien de qué se trata.
Es difícil describir sólo con palabras qué implica el mindfulness. Es como describirte qué es un kiwi: puedo explicarte cómo se ve, cómo huele, cómo sabe, pero la mejor manera de conocerlo es probarlo y sentir sus efectos. Esto tiene que ver con que el Mindfulness no es una técnica o un ejercicio a entender, sino una forma de experimentar la vida en general. Su objetivo es cambiar la forma de relacionarte con distintas experiencias: con tus pensamientos, tus emociones, tus percepciones sensoriales, tus rutinas, tus relaciones con otros, tu relación contigo mismo. A través de tener una actitud mindful (o de atención plena, su traducción al castellano), podrás ser más consciente y disfrutar del presente, del aquí y ahora, y no ser “arrastrado” por tu mente a cosas que pasaron o que aún están por pasar – sin un sentido constructivo.
Existen dos “alas” fundamentales del mindfulness o atención plena: el lado cognitivo o mental, que trabaja la capacidad de focalizar nuestra atención de manera voluntaria, curiosa, abierta, flexible, y el lado afectivo o emocional, que busca desarrollar una actitud amable, compasiva, amorosa y libre de juicio hacia la experiencia. Estas alas son fundamentales y complementarias para desarrollar una experiencia realmente plena o mindful.
¿Cómo lograrlo? Con una serie de prácticas formales (tipo meditación) e informales (ejercicios focalizados) a incorporar de manera regular en tu vida. Lo maravilloso es que diversas investigaciones muestran que ya con dos semanas de práctica regular puedes comenzar a notar cambios.
Ahora, ¿para qué sirve todo esto? Como con cualquier otra experiencia, no todos respondemos igual y habrá quienes quizás no sientan grandes beneficios. Es importante indagar en el tema y ojalá acompañarte por un terapeuta o guía entrenado para sacar provecho de la experiencia y evitar malas prácticas. El mindfulness es muy útil para trabajar alimentación desordenada, autoestima, ansiedad, depresión, dolor crónico, problemas relacionales (pareja, familia, amistades, trabajo), o como una forma de cuidarte y mejorar tu calidad de vida, independiente de estar pasando o no por algún periodo difícil.
¡Siempre es tiempo de cuidarse!
Ps. Amanda Cortés Barcoj
Psicóloga Clínica – Terapeuta Familiar y de Pareja
Experta en Mindfulness