La depresión es considerada como uno de los desordenes psicológicos más comunes de la población general y una de las principales causas de deterioro en el bienestar psicológico de una persona. Asimismo, es uno de los principales motivos de consulta de personas que solicitan atención en esta área.
¿Que entendemos por depresión y cuáles son las características fundamentales que nos permiten identificar un trastorno o síntomas depresivos?
Llamamos depresión a un trastorno mental específico, que puede afectar a personas de cualquier edad, caracterizado por un bajo estado de ánimo (la mayor parte del día, casi todos los días), en donde la persona puede referir que siente un vacío constante, pérdida de energía, baja autoestima y disminución del interés o el placer en todas o casi todas las actividades que realiza, gran parte de los días de su vida y que afecta el funcionamiento en actividades familiares, sociales, laborales o educacionales.
Otros factores importantes, son cambios en el apetito, la pérdida de peso sin hacer dietas o aumentos abruptos en el peso corporal. Además, las personas pueden reconocer altos montos de irritabilidad, ansiedad, así como cambios en el hábito del sueño (insomnio o hipersomnio).
De la misma forma, podemos encontrar sentimientos de inutilidad y culpabilidad excesiva o inapropiada que puede llegar a ser delirante, incapacidad para lograr la concentración en tareas diarias, tomar decisiones, así como en casos más graves existen pensamientos de muerte que podrían llegar a la “suicidalidad”.
Problemas familiares, dificultades en la comunicación, pensamientos negativos de nosotros mismos y de los demás, así como situaciones de la vida como el rendimiento académico, laboral, inestabilidad económica, diagnósticos de una enfermedad grave, la muerte de un ser querido, la separación de los padres, consumo de alcohol o drogas, pueden desencadenar un trastorno depresivo.
Es por esto que se hace relevante tener en cuenta cuales son los factores de riesgo que pudiesen provocar sintomatología depresiva en una persona y acudir a atención psicológica con el objetivo de alcanzar mayor bienestar psicológico y convivir en armonía con nosotros mismos.